ORDEN PRE/807/2020 DE 31 de agosto por la que se convoca proceso selectivo para laconstitución de la bolsa de empleo temporal de la competencia funcional de Auxiliar de Enfermería de la Administración de Castilla y León y de sus OrganismosAutónomos.
(BOCYL Martes, 8 de septiembre de 2020)
Inscripción en la aplicación informática (https://empleo público.jcyl.es)
La correcta distancia entre extintores y la ubicación estratégica del usuario durante una emergencia marcan la diferencia entre sofocar un fuego incipiente o permitir que se propague. Operar un extintor requiere no solo conocer su tipo y capacidad, sino también respetar los rangos de aplicación recomendados por las normativas y fabricantes.
En términos generales, la distancia ideal para aplicar el agente extintor oscila entre 1 y 3 metros, dependiendo del tamaño del equipo y la clase de fuego. Mantener esta separación no solo optimiza la dispersión del agente, sino que también preserva la integridad física del operador frente a radiación térmica, humo o explosiones repentinas.
Tipo de extintor: polvo químico, CO₂, espuma o agua presurizada.
Clase de fuego: sólidos (A), líquidos inflamables (B), gases (C), metales combustibles (D) o grasas (K).
Entorno: espacios cerrados, corrientes de aire, obstáculos estructurales.
Entrenamiento del usuario: experiencia en simulacros y manejo seguro.
En el ámbito doméstico y de oficinas, el extintor de 1 kg es la opción más común por su ligereza y maniobrabilidad. Su rango de acción óptimo es de 1 a 1,5 metros, suficiente para incendios incipientes de baja intensidad. Sin embargo, su autonomía es limitada (10 a 15 segundos), por lo que debe usarse de forma precisa y rápida.
El extintor de 2 kg, con un alcance recomendado de 1,5 a 2 metros, proporciona un mayor margen de seguridad al operador y una capacidad de descarga de hasta 20 segundos. Es idóneo para talleres, comercios o zonas de riesgo moderado.
En entornos industriales, el extintor de 6 kg destaca por su potencia y alcance de 2 a 3 metros, con más de 30 segundos de autonomía. Su manipulación requiere técnica adecuada debido a su peso y potencia de descarga.
La distancia entre extintores no se refiere solo al momento de su uso, sino también a su ubicación física dentro de un espacio. Las normativas de protección contra incendios recomiendan que la distancia máxima que una persona debe recorrer para alcanzar un extintor sea de 15 a 25 metros, dependiendo del riesgo del área.
En cocinas industriales, talleres mecánicos o almacenes de materiales inflamables, reducir esta distancia mejora el tiempo de respuesta y aumenta las posibilidades de controlar el fuego antes de que se propague. Mantenerlos visibles, señalizados y accesibles es un requisito fundamental para cumplir con la legislación vigente.
En el mercado, empresas como Extintores Mundoblog ofrecen modelos adaptados a distintas necesidades, incorporando boquillas de alta precisión y agentes extintores de última generación. Estos equipos especifican en su ficha técnica la distancia óptima de aplicación, un detalle crucial para garantizar su eficacia.
Seguir las indicaciones del fabricante evita errores comunes como acercarse demasiado a las llamas o mantener una separación excesiva que disperse el agente sin impactar la base del fuego. Un uso incorrecto, incluso con equipos de alta calidad, puede anular su capacidad de extinción.
Toda instalación contra incendios en edificios de uso público o industrial debe pasar por una Evaluación Técnica de Idoneidad Favorable. Este proceso certifica que la ubicación, número y tipo de extintores cumplen con la normativa vigente y que la distancia entre ellos y las zonas de riesgo es la adecuada.
Dicha evaluación considera variables como:
Riesgo de incendio según la actividad desarrollada.
Distribución arquitectónica del espacio.
Cantidad y tipo de agentes inflamables presentes.
Necesidad de extintores especiales para riesgos específicos.
Cumplir con este requisito no solo es una obligación legal, sino que también optimiza la capacidad de respuesta ante emergencias reales.
Acercarse demasiado: aumenta el riesgo de quemaduras y limita la cobertura del agente.
Alejarse más de lo recomendado: reduce el impacto y la concentración del chorro.
No posicionarse de espaldas a una salida: compromete la vía de escape si el fuego se descontrola.
Ignorar las corrientes de aire: puede desviar el agente extintor y dejar áreas sin cubrir.
Desconocer la clase de fuego: usar un extintor inadecuado puede empeorar la situación.
Apuntar siempre a la base del fuego y mover el chorro en barrido horizontal.
Mantener la distancia recomendada durante toda la descarga.
Usar el extintor con una mano y sostenerlo firmemente con la otra, especialmente en modelos de mayor peso.
Si el fuego no se controla en menos de 20 segundos, evacuar inmediatamente.
Tras su uso, enviar el extintor a recarga y revisión técnica sin demora.
El correcto mantenimiento garantiza que el extintor cumpla su función en el momento crítico. Las revisiones mensuales deben incluir la comprobación del manómetro, integridad de la boquilla y ausencia de obstrucciones. En entornos de alto riesgo, se recomienda una inspección profesional cada seis meses.
Asimismo, la ubicación debe revisarse para evitar que cambios en la distribución del mobiliario obstaculicen su acceso. En zonas con humedad o exposición a corrosión, se deben utilizar modelos con recubrimiento especial.