Se necesitan TCAES para el Hospital Clínico de Valladolid-
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Nosotros defendemos con convicción que la seguridad eléctrica no admite medias tintas: disponer de extintores adecuados junto a los cuadros eléctricos es una medida de protección básica que salva instalaciones, equipos y vidas. En este texto, en tono sobrio y con la precisión que demanda el tema, explicamos qué es un extintor para cuadro eléctrico, qué tipos convienen, dónde y cómo colocarlo, y por qué su presencia cercana al cuadro es una obligación práctica —no sólo una recomendación.
El cuadro eléctrico es el nudo crítico de cualquier instalación: distribuye la energía, protege circuitos y concentra conexiones que, por distintas causas —sobrecargas, envejecimiento de componentes, contactos defectuosos o instalaciones deficientes— pueden desencadenar incendios. Un fuego que nace en un cuadro puede propagarse con extrema rapidez a cableado, paneles y materiales adyacentes, y puede generar arcos y proyecciones que hacen peligrosa cualquier intervención sin equipo apropiado.
Hablar de extintor para cuadro eléctrico no es hablar de un objeto distinto y mágico, sino de elegir y ubicar el extintor correcto para fuegos con componente eléctrico. Los criterios que marcan la diferencia son dos: el agente extintor debe no ser conductor y no debe producir daños irreversibles en equipos sensibles cuando es posible su intervención segura.
En la práctica, hay dos familias que se usan con mayor frecuencia en entornos de cuadros eléctricos:
La selección depende del tamaño del cuadro, del entorno y de la criticidad de los equipos conectados. Nosotros recomendamos:
La proximidad es clave. Un extintor lejos del cuadro no sirve cuando el tiempo de respuesta es crítico. Debe ubicarse de forma que sea accesible inmediatamente sin necesidad de atravesar zonas peligrosas. Además, la señalización y la iluminación deben garantizar que se localice incluso en situaciones de humo o fallo de iluminación. La fijación, fijación a la pared y la libre visibilidad son requisitos elementales.
Un extintor sin mantenimiento es un falso consuelo. Nosotros exigimos protocolos de revisión anual por empresas autorizadas y verificaciones visuales periódicas por el personal propio para comprobar presión, estado del manómetro (si lo tuviera), integridad de boquillas y ausencia de corrosión. En entornos eléctricos, además, conviene revisar que las etiquetas indiquen claramente su idoneidad para fuegos de origen eléctrico.
La formación es tan importante como el último modelo de extintor. Señalamos las pautas imprescindibles:
Los extintores para cuadro eléctrico es una pieza dentro de un plan de autoprotección más amplio: detectores de humo y calor, desconexión automática, canalizaciones ignífugas y formación periódica conforman un conjunto que reduce drásticamente los siniestros. La instalación de extintores debe formar parte de un análisis de riesgos que contemple las particularidades de la instalación eléctrica y el tipo de actividad desarrollada en el inmueble.
La ventaja práctica de disponer de un extintor específico junto al cuadro es inmediata: reducción del tiempo de intervención, minimización de daños por calor y humo, y disminución de la probabilidad de propagación por cableado. Además, elegir el agente adecuado —CO₂ para limpieza y polvo seco para incidentes más extensos— permite una respuesta técnicamente correcta que preserva equipos y minimiza tiempos de parada.
Para lecturas técnicas y artículos especializados sobre protección y normativa aplicable, existen recursos en línea que profundizan en la materia y ofrecen perspectivas técnicas y de cumplimiento: blog sobre protección contra incendios.
Hemos observado que muchos siniestros evitablemente graves comienzan por negligencias simples: cuadros con polvo acumulado, regletas sobrecargadas, fusibles caseros o acceso restringido al extintor. Como conclusión práctica y prioritaria proponemos:
Por lo tanto, contar con extintores adecuados y ubicados junto a los cuadros eléctricos no es un lujo ni una formalidad: es una medida operativa imprescindible. Nosotros recomendamos priorizar extintores CO₂ para cuadros y equipos sensibles, mantener un programa riguroso de mantenimiento y formar al personal para una intervención segura y eficaz. Adoptar estas medidas reduce riesgos, protege la continuidad del servicio y preserva la integridad de las personas y los bienes.
Actúe ahora: revise sus cuadros, compruebe si dispone del extintor adecuado y, si no lo tiene, solicite asesoramiento técnico cualificado. La prevención y la respuesta preparada son la mejor inversión en protección contra incendios.
Incendio en Santanyí reduce a escombros una vivienda y alerta sobre la seguridad en los hogares.
Un devastador incendio en el municipio de Santanyí, en Mallorca, dejó en ruinas una vivienda situada en la calle Cal Reiet, número 18. El suceso ocurrió en la tarde del miércoles, alrededor de las 17:03 horas, cuando una mujer que se encontraba en la planta baja alertó a los servicios de emergencia al percibir humo y llamas en una de las habitaciones del primer piso.
El fuego, descrito por los Bombers de Mallorca como de “una carga importante de fuego”, avanzó con tal intensidad que la segunda planta terminó colapsando sobre la primera, generando una escena angustiosa para vecinos y autoridades. Aunque no hubo que lamentar víctimas personales, el inmueble quedó destruido y el cuerpo de bomberos continúa valorando el estado de la estructura para prevenir derrumbes adicionales.
Lo ocurrido en Santanyí vuelve a subrayar la importancia de implementar sistemas de seguridad en los hogares. Entre las medidas más efectivas destaca el uso del extintor para casa, una herramienta indispensable que puede frenar un conato de incendio en los primeros minutos.
Este dispositivo resulta especialmente útil cuando el fuego se inicia en zonas críticas como la cocina, el garaje o habitaciones con instalaciones eléctricas. Su uso adecuado puede significar la diferencia entre un pequeño incidente y un desastre de gran magnitud.
Contar con un extintor en puntos estratégicos del hogar no es solo una recomendación, sino una necesidad. Los expertos aconsejan su instalación en pasillos centrales, accesos principales o cerca de electrodomésticos de alto consumo energético.
En muchas ocasiones, los minutos que transcurren antes de la llegada de los bomberos son decisivos. Durante ese tiempo, un dispositivo de extinción de uso doméstico puede controlar las llamas, evitar que se propaguen y proteger la vida de los ocupantes.
La elección del mejor extintor para casa depende de los riesgos más frecuentes en cada vivienda. Los extintores de polvo ABC son los más recomendados por su versatilidad, ya que permiten combatir fuegos de materiales sólidos (como madera, ropa o papel), líquidos inflamables (aceites o gasolina) y equipos eléctricos en tensión.
Por otro lado, en hogares con cocinas modernas o instalaciones eléctricas sensibles, los extintores de dióxido de carbono (CO₂) son muy valorados. No dejan residuos, no dañan aparatos electrónicos y actúan con gran eficacia en incendios eléctricos. Una combinación de ambos tipos proporciona una cobertura más completa frente a emergencias.
El incendio de Santanyí pone en evidencia cómo ciertos factores estructurales y de mantenimiento pueden aumentar la gravedad de un siniestro:
Materiales de construcción antiguos o inflamables, que ceden rápidamente ante el calor.
Instalaciones eléctricas deterioradas o sin mantenimiento, generando chispas y sobrecargas.
Ausencia de sistemas de detección temprana, lo que retrasa la reacción de los ocupantes.
Acumulación de elementos combustibles en habitaciones o trasteros.
En viviendas de varias plantas, como la de Santanyí, el riesgo de colapso es aún mayor cuando las llamas afectan directamente a la estructura de carga.
Para reducir el riesgo de incendios domésticos y sus devastadoras consecuencias, los especialistas aconsejan:
Instalar detectores de humo en cada planta de la vivienda.
Disponer de varios extintores distribuidos estratégicamente y revisarlos cada año.
Evitar sobrecargar enchufes y revisar con frecuencia las instalaciones eléctricas.
Contar con una manta ignífuga en la cocina para sofocar pequeños fuegos de aceite.
Definir un plan de evacuación familiar, con un punto de encuentro seguro en el exterior.
Mantener zonas libres de materiales inflamables, especialmente en garajes o trasteros.
El rápido despliegue de los Bombers de Mallorca permitió controlar el incendio y evitar que se extendiera a viviendas colindantes. Su intervención fue clave en un escenario extremadamente complejo, donde la segunda planta ya había colapsado sobre la primera.
Sin embargo, la experiencia demuestra que la colaboración ciudadana también es esencial. Conocer el funcionamiento de un extintor, mantener la calma y activar los protocolos de emergencia puede salvar vidas mientras llegan los profesionales.
El incendio de Santanyí se convierte en una advertencia sobre lo vulnerable que puede ser cualquier vivienda frente a un accidente de fuego. Apostar por la prevención no solo protege el patrimonio familiar, sino que también garantiza la seguridad de quienes habitan la vivienda.
Adquirir un extintor para casa, aprender su uso y determinar cuál es el mejor extintor para casa según las características del inmueble, son decisiones sencillas que pueden evitar tragedias. La prevención es la clave: invertir en seguridad hoy significa proteger vidas mañana.
Los polígonos industriales andaluces representan un pilar económico de enorme relevancia para la comunidad autónoma. Con un total de 2.379 áreas industriales distribuidas por más de 540 municipios, estas zonas siguen siendo esenciales para la distribución del empleo y la actividad empresarial fuera de las grandes capitales. En ellos operan 46.500 empresas y más de 10.000 autónomos, lo que se traduce en un 22% del empleo en Andalucía y el 16% del tejido productivo regional.
Sin embargo, los datos actuales también ponen de manifiesto un problema urgente: se trata de espacios que han quedado rezagados respecto a las necesidades tecnológicas, infraestructurales y de seguridad del siglo XXI. Esto exige una intervención estratégica inmediata para evitar la pérdida de competitividad y el estancamiento industrial.
Uno de los déficits más graves detectados es la falta de sistemas de protección contra incendios. El 40% de los polígonos industriales no dispone de red antiincendios, y el 90% carece de equipamientos esenciales como centros de empresa, suministro de gas o depuradoras. Ante este escenario, reforzar la seguridad estructural se convierte en una prioridad absoluta.
ignifugar nave industriales es una solución imprescindible para proteger vidas, mercancías e inversiones. Mediante pinturas intumescentes, morteros de protección al fuego, paneles resistentes y sectorización, se logra que la estructura mantenga su estabilidad ante temperaturas extremas, evitando el colapso y reduciendo al máximo los daños materiales.
Una industria sin medidas de prevención adecuadas es un riesgo económico y social que Andalucía no puede permitirse.
La expansión de áreas productivas en la capital hispalense exige una normativa más estricta en materia de seguridad. Proyectos como La Negrilla, Majaravique, o la ampliación de la red logística suponen la llegada de nuevas naves y empresas que requieren la máxima protección.
Por ello, apostar por ignifugaciones Sevilla garantiza el cumplimiento de estándares legales, mejora la confianza inversora y evita sanciones o paralizaciones de actividad. La capital andaluza, con conexiones estratégicas por aire, ferrocarril y puerto, aspira a consolidarse como uno de los nodos logísticos más potentes del sur de Europa. Y la protección contra incendios es pieza clave de este progreso.
Más prevención se traduce en mayor fiabilidad, competitividad y continuidad operativa.
La aplicación de ignifugaciones dentro del marco de la protección pasiva es un componente fundamental para modernizar los polígonos industriales de la comunidad. Estas soluciones se integran en la propia construcción, actuando desde el origen para frenar la propagación de humo y llamas en caso de siniestro.
Elementos esenciales de una protección completa:
Sellados cortafuegos en pasos de instalaciones
Sectorización mediante tabiques y paneles EI
Protección estructural del acero y hormigón
Puertas RF para compartimentación segura
Barreras de humo y extracción controlada
Protección especial para almacenamiento de sustancias peligrosas
Las aseguradoras y normativas europeas exigen este enfoque preventivo para autorizar determinadas actividades. Adaptarse hoy significa asegurar la viabilidad empresarial del mañana.
El Gobierno de Andalucía ha impulsado la Ley de Espacios Productivos para el Fomento de la Industria (LEPA), que tiene como objetivo transformar la red industrial andaluza para convertirla en un motor económico de referencia nacional.
Principales medidas de la ley:
Reducción de trabas administrativas
Creación de la figura “espacio industrial protegido” con tramitación preferente
Impulso de proyectos tractores que dinamizan la economía local
Clasificación de polígonos según su desarrollo:
Básico
Avanzado
Avanzado Excelente
Etiquetas de especialización:
Inteligente
Sostenible
Eco-green
Se trata de un marco que impulsa la innovación, sostenibilidad y digitalización, claves para posicionar a Andalucía como referente industrial.
Otro eje económico crucial es la red logística andaluza, un sector que ya aporta el 6% del PIB regional y genera 125.000 empleos directos. Su expansión permitirá incrementar la capacidad de distribución a nivel nacional e internacional.
Zonas logísticas en desarrollo:
Se proyectan 160 millones de euros de inversión en cinco años para expandir estas áreas, ubicando a Andalucía como un eje clave en el comercio internacional.
Para que esta red sea viable y segura, es fundamental que todas las instalaciones cumplan con los estándares actuales de seguridad industrial, sostenibilidad y resistencia al fuego.
Los polígonos industriales no están obsoletos: están llamados a evolucionar. Representan desarrollo económico, fijación de población, innovación y empleo. Pero su supervivencia exige medidas decididas:
✅ Modernización de infraestructuras
✅ Seguridad estructural mediante protección pasiva
✅ Polígonos adaptados a la economía verde e inteligente
✅ Más inversión y planificación integrada
Proteger una nave industrial es proteger la producción andaluza, el empleo cualificado y el crecimiento sostenible. Con visión, inversión y prevención, los polígonos industriales seguirán siendo la base del progreso económico de Andalucía durante las próximas décadas.